CASTELLANO

EL DIAGONAL - Los Juicios de Génova continúan 5 años despues

 

Sábado 29 de abril de 2006.

Mina Zapatero - Génova

Las movilizaciones contra la reunión del G-8 y la represión policial para impedirlas han dado lugar a numerosos juicios que se suceden casi a diario y cuyas sentencias pueden sentar peligrosos precedentes.

De los diferentes procesos abiertos contra miembros de las fuerzas del orden, el que más atención está suscitando es el de la violenta irrupción y requisa en la escuela Díaz en la noche del 21 de julio 2001. Veintinueve agentes, entre ellos los más altos cargos de la Policía italiana presentes entonces en Génova, están acusados de lesiones graves por la brutalidad desatada contra los detenidos, calumnia y falso testimonio por la introducción en el colegio de dos cócteles molotov que se atribuyeron a los arrestados. Aunque la vista oral del juicio comenzó a finales de octubre, los fiscales Zucca y Cardona, que llevan la acusación pública, presentarán más de 200 testigos. A razón de dos sesiones semanales, el juicio se anuncia largo.

Otro gran proceso es el que aborda la violencia en el centro de detención de Bolzaneto, donde más de 300 manifestantes de toda Europa fueron duramente maltratados. Aunque la violencia que relatan los manifestantes era sistemática, sólo se ha podido reconocer a 45 funcionarios. Además, los acusados no se enfrentan a graves penas: al no existir el delito de “tortura” en la ley italiana los delitos imputados son menores. Y dada la lentitud del proceso, éste puede terminar sin fallo judicial ya que los delitos prescriben dentro de dos años y medio.

Cabe también destacar el juicio contra Alessandro Perugini por la célebre escena en la que le da una fortísima patada en la cara a un joven ya tirado en el suelo y rodeado de policías. En el momento de los hechos Perugini era el vicejefe de la Jefatura de Génova, y a pesar de estar también acusado en el proceso de Bolzaneto, ha sido promovido a dirigente de la DIGOS (policía política). No es ninguna excepción: la mayor parte de los altos cargos que dirigieron la represión en Génova han sido premiados por su actuación.

Y entre estos procesos, brilla por su ausencia el del carabinero que mató a Carlo Giuliani. El sumario nunca pasó de la fase de instrucción que la jueza E. Daloiso concluyó con la decisión de que se había actuado en legítima defensa. La impunidad del carabinero que durante una manifestación apunta con un arma contra la cabeza de un manifestante sienta precedente.

También están siendo juzgadas las masivas movilizaciones contra la cumbre. Las acusaciones han dado lugar a un centenar de juicios ‘menores’ por hechos acaecidos durante las manifestaciones, aunque el llamado proceso contra los 25 puede suponer un cambio. Los fiscales Canepa y Canciani acusan a 25 manifestantes de los delitos de “devastación y saqueo” con penas de 8 a 15 años de prisión. Para la defensa, este tipo de acusaciones mayores contra manifestantes es una peligrosa novedad y temen que, si el resultado de este proceso “test” es positivo para la acusación, se desencadene una avalancha de juicios. En la jefatura provincial de la Policía de Génova, la oficina Ufficio-G8 continúa aún hoy investigando e identificando a manifestantes. Para los grupos de apoyo es significativo que las penas que arriesgan estos manifestantes por haber sido fotografiados rompiendo vidrios es mucho mayor que la que arriesgan cualquiera de los policías acusados; y que este juicio se encuentra más avanzado que cualquier otro de los de Génova. En más de año y medio de vistas ya han declarado casi todos los testigos de la acusación en el juicio oral y ahora empezarán los testigos de la defensa. Aunque a finales de febrero este juicio ha sido aplazado seis meses por razones administrativas, esto no tendrá apenas consecuencias ya que la gravedad de los delitos impide el que prescriban hasta dentro de 10 años.

El otro proceso que marca un precedente es contra 13 activistas de la Rete del Sud Ribelle. A raíz de escuchas telefónicas antes del G-8, se les acusa de asociación subversiva, conspiración y asociación con ánimo de delinquir en el contexto de las manifestaciones.

Fuente: http://diagonalperiodico.net/spip.php?article573